martes, 9 de mayo de 2017

Caídos por España




Ayer me sorprendí al pasar por la plaza de Alonso Cano al comprobar que unos operarios eliminaban la leyenda que en la pared del Sagrario nos recuerda al héroe ignorado del llamado Glorioso Movimiento Nacional, ignorado porque ni los suyos le hicieron caso, amén de lo extraño que resulta llamar “Glorioso” a un golpe de estado que ocasionó, bien directa o indirectamente a través de la cruel represión sobre los vencidos, más de quinientos mil muertos, el exilio de más de cuatrocientas cincuenta mil personas y la parálisis cultural y democrática de España durante decenios.

Ya era hora, así que felicito a las autoridades eclesiásticas por la decisión tomada.


Esa inscripción me ha llamado la atención en numerosas ocasiones, porque y es un hecho desconocido para muchos ni esa ni las numerosas inscripciones que se levantaron en los muros de templos españoles fue responsabilidad de los curas, aunque muchos matacuras hayan querido mantener lo contrario.

Fue Franco quien el día 16 de noviembre de 1938 dispuso que para perenne recuerdo y ejemplo para los españoles que:
“… en los muros de cada Parroquia figurará una inscripción que contenga los nombres de sus Caídos, ya en la presente Cruzada, ya víctimas de la revolución marxista” (Decreto publicado el 17 de noviembre).


Aunque el Decreto fijaba que estas inscripciones se harían previo acuerdo con las autoridades eclesiásticas, tanto el Arzobispo de Sevilla, el cardenal Segura, como en Granada, no hubo tal entendimiento, siendo el caso más conflictivo el de Sevilla debido a los eternos conflictos entre el cardenal y Franco.

Lo cierto es que en Granada, desde la publicación del citado Decreto los falangistas iniciaron los trabajos para la colocación de la inscripción que nos ocupa disponiendo el día 19 de noviembre que:
“1.º Todos los balcones y ventanas de la ciudad permanecerán engalanados con colgaduras que ostenten los signos de luto, durante los días 20 y 21.
2.º El día 20 por la tarde … todas las campanas de la ciudad se echarán al vuelo en tonos solemnes y fúnebres durante quince minutos y la artillería hará las salvas correspondientes a un Capitán General del Ejército.
3.º A las once de la mañana del lunes, día 21, se celebrarán misas en todas las parroquias de Granada  por el alma de JOSE ANTONIO y en la Santa Iglesia Catedral tendrá lugar un funeral solemne con asistencia de las autoridades.
Terminado el funeral se procederá al descubrimiento del nombre de JOSE ANTONIO inscrito en los muros de la Parroquia del Sagrario. En este momento doblarán de nuevo las campanas y la artillería hará las mismas salvas del día anterior.
…”
Las disposiciones del Alcalde de Granada, en el mismo sentido, añaden una nota muy popular en Granada hasta los años 70:
“SEGUNDA.- Tanto estos edificios (se refiere a los Municipales) como las casas particulares tendrán cerrada media puerta en señal de duelo”.


Las crónicas periodísticas de la época no recogen la asistencia de nadie del clero a título oficial.




Y acabo, ¡qué lejos quedaban aquellos tiempos en los que llevar luto por un muerto te marcaba! Queipo lo señalaba en agosto de 1936:


“No se debe llevar luto en memoria de los que mueran por la Patria”,



O se impedía acudir a los cementerios a recordar a los asesinados por las escuadras negras o fusilados por causa militar como entonces se decía.

Y es que en esa España había muertos de dos categorías.

Y acabo, hoy el arzobispado ha eliminado una inscripción que pusieron otros, los falangistas, siguiendo órdenes de un general rebelde.

Los fragmentos de periódicos, salvo en el de Patria, corresponden al diario IDEAL cronista de la vida de Granada desde el ya lejano 1932, sin él sería imposible escribir nuestra historia.

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