LAS CALLES SUBTERRÁNEAS DE GRANADA

Acudo a la siempre interesante hemeroteca del diario IDEAL de Granada, obra loable que nos permite viajar a lo largo de nuestra historia contemporánea.

Diciembre de 1950, Granada por fin se acerca a la modernidad. Leed atentamente…

GRANADA TENDRÁ CALLES SUBTERRÁNEAS COMO LAS GRANDES CAPITALES

En nuestra ciudad se construirán calles subterráneas que la atravesarán de punta a punta. Una gran empresa americana se ha encargado del proyecto y está ya solicitado el permiso oficial para comenzar inmediatamente las obras, que se realizarán con toda rapidez. Estas calles estarán dotadas de todos los adelantos modernos, ventiladores de aire, alumbrado propio y moderno pavimento. La construcción se quiere llevar a cabo con toda rapidez para terminar las obras a fin del presente año. Estas obras se llevan a cabo por una empresa particular. Se trata del propietario de las Bodegas M.M.M., Manuel Muñoz Moya, que quiere proporcionar a su distinguida clientela la mayor comodidad para que puedan trasladarse desde la Casa Central a cualquiera de sus sucursales para conseguir los exquisitos vinos que expenden en todas ellas, sin ser molestados por los impertinentes automóviles y tranvías que ponen en peligro sus vidas. Con estas calles subterráneas quedaran aseguradas la comodidad y seguridad de los clientes de las Bodegas M.M.M., Manuel Muñoz Moya. Como pueden apreciar los lectores en este plano de las obras, se podrán visitar rápidamente todas sus sucursales. Las bocas de salida y entrada de las citadas calles estarán dentro de los establecimientos, aunque pueden ser utilizados por el público en general.

Al acabar, miré la fecha… ¡ay! … era el día ¿?

BRUJAS EN GRANADA

 En mis paseos marcianos (ojo, no viajo en el Perseverance pero aprovecho los martes para hacer rutas por Granada) descubrí esta mañana muchas cosas, todas llegaran. El paseo era largo, desde el Salón hasta el Albayzín recorriendo el Realejo. Pero hoy hablaré de las brujas, mujeres que como certifica el dicho popular "haberlas haylas", súbditas de la diosa Hécate que en Granada fueron especialmente perseguidas como estudió Rafael Martín.

Lo cierto es que una vez más mientras recorría Granada pensando en las batuecas tropecé con ellas.

Allí estaban, brujas, gato, escoba, extrañas corrientes de aire,... y aquí las traigo.

Me traen a la memoria a tantas mujeres, tantas castigadas por libres o por brujas -para el caso es lo mismo-, así que recordaré a dos de ellas.

Margarita de Borja, condenada por el Tribunal de Toledo:

“Enamorar: Para este efecto cocerá tres corazones de ternero en «vinagre y orines de mujer para quien pretenda atraer al hombre y en cada uno pondrá tres clavos, tres agujas y tres alfileres....

En esta operación tardaras nueve días, pues utilizaras tres días para hacer cada corazón. Mientras operes con ellos recitarás el conjuro y saldrás al corral de tu casa entre las once y doce de la noche a conjurar las estrellas, entregando los corazones a las personas por quien se haya hecho”.

Y como no a Isabel de Salas, condenada en Granada,

“Cuando le bajase sangre de los menstruos se lavase debajo de los brazos y las partes vergonzosas, y cogiese sangre del menstruo y la mezclase con el agua con que se lavó, y amasase una torta con la dicha agua y sangre, y se la diese a comer al dicho hombre y, asimismo, echase en el caldo de la olla o escudilla, del dicho potaje, de la dicha agua, y sangre, porque comiéndoselo, aborrecería a todas y cualesquiera mujeres, y se vendría a casar (con ella)”.

Es cuestión de probar uno u otro o los dos.

No me ha llegado el texto del conjuro pero creo que Cervantes puede servirnos para el caso, los mismos años, los mismos lugares:

¡Rápida, Ronca, Run, Raspe, Riforme,

Gandulandín, Clifet, Pantasilonte,

ladrante tragador, falso triforme,

herbárico pastífero del monte,

Herebo, engendrador del rostro inorme

de todo fiero dios, a punto ponte

y ven sin detenerte a mi presencia,

si no desprecias la zoroastra ciencia!

¿Lo conseguirás?

Me cuentas.

1937 SOBRE UN AUTO DE FE EN GRANADA

 DESTRUCCIÓN DE URNAS EN LA PLAZA DEL CARMEN

Hoy me toca repaso de las efemérides.

16 de febrero de 1937

En algunas de las poblaciones ocupadas por los rebeldes se hizo un auto de fe con las urnas electorales. Falangistas y requetés prepararon unas piras en las plazas centrales en la que quemaron papeletas de voto simuladas y destrozaron a garrotazos los inofensivos recipientes que habían servido para conocer la voluntad de los españoles.

Algún cronista en la España leal calificó este acto como “hebefrénica decisión adoptada por las cerriles masas de Franco como represalia simbólica contra el Frente Popular”.

(La esquizofrenia desorganizada, también conocida como hebefrénica es un trastorno mental en la que el comportamiento del individuo sufre alteraciones espontáneas sin ningún propósito o motivación, agitación y desinhibición).

Granada no vivió ajena a esta “fiesta”. En la Plaza del Carmen se levantó una tribuna adornada de banderas nacionales y de la Falange y “de las naciones amigas” (imagino Alemania e Italia). En el centro de la tribuna se simuló una mesa electoral con una urna llena de papeletas, a su lado unos folios simulaban las actas.

El cronista de IDEAL señalaba que tanto la plaza como las calles próximas estaban llenas de gente. En el centro dos centurias de flechas y la Primera Falange de la Centuria municipal al mando del señor Jiménez Molina.

A las cuatro y diez ocuparon los asientos de la mesa electoral, el jefe provincial de la Falange, Joaquín Azancot; el jefe local, Evaristo Páez, y otros jerarcas del partido.

Desde el balcón central del Ayuntamiento, el Jefe de Propaganda del partido, José Molina Plata, les dirigió unas palabras explicando el acto. Tras recordar a José Antonio y las elecciones celebradas hacía un año pidió relegar las actas electorales al menosprecio. “Falange está en su puesto luchando al lado de nuestro glorioso Ejército y atenta al presente y al futuro de la Patria. Hoy afirmamos rotundamente que aquello desapareció para siempre. Y a las urnas electorales se les da el destino que merecen: la destrucción”.

Finalizó el discurso con los tradicionales vivas que fueron contestados por todos los asistentes.

A continuación el sr. Azancot prendió fuego a las papeletas que contenía la urna, destruyendo ésta a garrotazos el sr. Sánchez Soriano, falangista, mientras el público aplaudía.

Tras unos minutos de silencio por los caídos, las centurias desfilaron entre la multitud de asistentes mientras se cantaba el himno de la Falange.

Fuente: IDEAL, 16 y 17 de febrero de 1937.