jueves, 25 de mayo de 2017

Otras placas de la Catedral

Claro que si el día 9 de mayo, cuando hablaba de la placa dedicada a José Antonio señalaba fue una imposición de Franco y sus acólitos no debo de olvidar mencionar algunas de las otras placas que contiene la Catedral de Granada.



Me refiero concretamente a las dos placas que al pie del altar mayor recuerdan a “NUESTROS SACERDOTES INMOLADOS POR EL MARXISMO”.




Tengo que confesar que hay un silencio sobre las mismas que espero alguien sepa resolver.

El día 19 de diciembre de 1939 el arzobispado comunica en la prensa granadina (Ideal y Patria) una nota señalando que el viernes 22, en cumplimiento del acuerdo tomado por los obispos españoles, se celebrarán solemnes funerales “por los 34 sacerdotes del Arzobispado que dieron su vida por la Fe y por la Patria durante la cruzada de la España nacional contra el marxismo ateo”, asimismo se anunciaba se descubrirían las placas que reproduzco.



En los días siguientes no salió nota alguna en la prensa, ni el día 22, ni el 23, ni …, imagino que en ese eterno conflicto entre los jerarcas franquistas y la iglesia católica española, conflicto motivado en gran parte por el reparto de cuotas de poder, los primeros dispusieron no se hablara del tema y así fue, ya que no creo el arzobispado renunciara a celebrar las ceremonias anunciadas.

Y aquí podía acabar mi historia, pero no, te voy a pedir me dediques unos minutos más.

Considero respetable que la jerarquía católica celebre y hasta canonice, dentro de sus usos, a los 34 sacerdotes, he tenido ocasión de leer la interesante obra sobre los mismos escrita por D. Santiago Hoces (Hoces Pérez, Santiago. Los Mártires granadinos de 1936. Granada, 2006) y estoy convencido de que en su mayoría fueron Mártires de la Fe, pero hoy quiero recordar a otros Mártires de la Fe, también asesinados en Granada, y a los que ha nadie ha dedicado placa alguna, me refiero a los Pastores evangélicos asesinados en Granada.

En uno de los documentos del Archivo del cardenal Gomá, nada sospechoso de simpatías con la República, se recoge:

“En Granada donde ‘se decía’ habían sido asesinados dos Pastores protestantes, residían numerosos Ministros de esa religión, …Salvador Íñiguez Martelo, activo propagandista de la Revolución roja, fue detenido y puesto a disposición de la Autoridad Militar, la que al juzgarle, encontró probados los gravísimos cargos que contra él se hacían y le condenó a la pena de muerte, ejecutada el 4 de Septiembre último. En Granada había además un Obispo protestante, llamado José García Fernández, que acusado como propagandista rojo, fue interrogado y puesto en libertad, por o resultar comprobados los cargos que contra él se hacían.”
(Archivo Gomá. Documentos de la Guerra Civil. Vol. 1 (Julio-Diciembre 1936. CSIC. Madrid, 2010).

El informe erraba en algunos extremos, Samuel Palomeque y David Chorín no eligieron voluntariamente irse a Tanger o Gibraltar, fueron expulsados; otros permanecieron ocultos; Salvador Iñiguez fue fusilado como señala el 4 de septiembre junto a 39 personas más por ejecución de sentencias dictadas dictadas en juicios sumarísimos; respecto a José García Fernández, quien vivía en la Cuesta de los Infantes, no “fue puesto en libertad”, la Guardia Civil reconocía en 1941 que “le fueron aplicados los Bandos de Guerra en los primeros meses del Alzamiento Nacional”, el informe de la Comisaría de Investigación y Vigilancia fue más explícito “el referido individuo fue pasado por las armas en los primeros días del Glorioso Movimiento”, el 21 de agosto de 1936 frente a las tapias del cementerio era asesinado, su único pecado vivir apasionadamente su fe en Jesús.

Y acabo, copio las palabras que sobre él decía un gestor del Ayuntamiento el 8 de Enero de 1937:

“El que suscribe informa, respecto al interesado, señalado por ser extremista indefinido, como sujeto de pésimos antecedentes, sacerdote renegado, indigno y activo propagandista de disolventes ideas, afecto al frente popular.”

… extremista indefinido … pésimos antecedentes, ... renegado … indigno … activo propagandista de disolventes ideas …, cristiano diría yo.


Copiaré las palabras que en otra ocasión pronunció y que tomo de Gabino Fernández Campos, Pastor y excelente investigador sobre el movimiento evangélico en España:

“Concluiré mi testimonio diciendo que aunque estuve casado, llevo cerca de dos años de viudedad y que, entonces, y aun ahora, he sufrido y sufro persecuciones y difamaciones; he sido sumariado y me han tenido criminalmente separado de mi madre amantísima; que tuve y tengo que contestar con frecuencia cartas de sacerdotes de toda clase y jerarquía, que sin cesar me invitaban a volver al redil que dejé cuando me convencí que tan sólo “El Señor es mi pastor, y que nada me faltará”.
http://protestantedigital.com/blogs/35182/granada_el_ex_sacerdote_jose_garcia_fernandez

Y acabo, no es mi intención que se retiren las placas del altar mayor, es voluntad de los dueños del edificio y hay que respetarla, solo pediría que algún día alguien recuerde a estos dos Mártires de la Fe, Salvador Íñiguez Martelo y José García Fernández, quienes como los 34 católicos fueron Mártires de la Fe y “murieron perdonando”. Quizás una pequeña placa en Tendillas de Santa Paula, sede la Iglesia Evangélica en aquellos años.

martes, 9 de mayo de 2017

Caídos por España




Ayer me sorprendí al pasar por la plaza de Alonso Cano al comprobar que unos operarios eliminaban la leyenda que en la pared del Sagrario nos recuerda al héroe ignorado del llamado Glorioso Movimiento Nacional, ignorado porque ni los suyos le hicieron caso, amén de lo extraño que resulta llamar “Glorioso” a un golpe de estado que ocasionó, bien directa o indirectamente a través de la cruel represión sobre los vencidos, más de quinientos mil muertos, el exilio de más de cuatrocientas cincuenta mil personas y la parálisis cultural y democrática de España durante decenios.

Ya era hora, así que felicito a las autoridades eclesiásticas por la decisión tomada.


Esa inscripción me ha llamado la atención en numerosas ocasiones, porque y es un hecho desconocido para muchos ni esa ni las numerosas inscripciones que se levantaron en los muros de templos españoles fue responsabilidad de los curas, aunque muchos matacuras hayan querido mantener lo contrario.

Fue Franco quien el día 16 de noviembre de 1938 dispuso que para perenne recuerdo y ejemplo para los españoles que:
“… en los muros de cada Parroquia figurará una inscripción que contenga los nombres de sus Caídos, ya en la presente Cruzada, ya víctimas de la revolución marxista” (Decreto publicado el 17 de noviembre).


Aunque el Decreto fijaba que estas inscripciones se harían previo acuerdo con las autoridades eclesiásticas, tanto el Arzobispo de Sevilla, el cardenal Segura, como en Granada, no hubo tal entendimiento, siendo el caso más conflictivo el de Sevilla debido a los eternos conflictos entre el cardenal y Franco.

Lo cierto es que en Granada, desde la publicación del citado Decreto los falangistas iniciaron los trabajos para la colocación de la inscripción que nos ocupa disponiendo el día 19 de noviembre que:
“1.º Todos los balcones y ventanas de la ciudad permanecerán engalanados con colgaduras que ostenten los signos de luto, durante los días 20 y 21.
2.º El día 20 por la tarde … todas las campanas de la ciudad se echarán al vuelo en tonos solemnes y fúnebres durante quince minutos y la artillería hará las salvas correspondientes a un Capitán General del Ejército.
3.º A las once de la mañana del lunes, día 21, se celebrarán misas en todas las parroquias de Granada  por el alma de JOSE ANTONIO y en la Santa Iglesia Catedral tendrá lugar un funeral solemne con asistencia de las autoridades.
Terminado el funeral se procederá al descubrimiento del nombre de JOSE ANTONIO inscrito en los muros de la Parroquia del Sagrario. En este momento doblarán de nuevo las campanas y la artillería hará las mismas salvas del día anterior.
…”
Las disposiciones del Alcalde de Granada, en el mismo sentido, añaden una nota muy popular en Granada hasta los años 70:
“SEGUNDA.- Tanto estos edificios (se refiere a los Municipales) como las casas particulares tendrán cerrada media puerta en señal de duelo”.


Las crónicas periodísticas de la época no recogen la asistencia de nadie del clero a título oficial.




Y acabo, ¡qué lejos quedaban aquellos tiempos en los que llevar luto por un muerto te marcaba! Queipo lo señalaba en agosto de 1936:


“No se debe llevar luto en memoria de los que mueran por la Patria”,



O se impedía acudir a los cementerios a recordar a los asesinados por las escuadras negras o fusilados por causa militar como entonces se decía.

Y es que en esa España había muertos de dos categorías.

Y acabo, hoy el arzobispado ha eliminado una inscripción que pusieron otros, los falangistas, siguiendo órdenes de un general rebelde.

Los fragmentos de periódicos, salvo en el de Patria, corresponden al diario IDEAL cronista de la vida de Granada desde el ya lejano 1932, sin él sería imposible escribir nuestra historia.