miércoles, 17 de agosto de 2016

República Española

En estos días se cumple el 80 aniversario de la sustitución de la bandera de España tricolor por la bandera monárquica. El Decreto número 76 de la Junta de Defensa Nacional de 29 de Agosto de 1936 restablecía la bandera bicolor.

No se cuales fueron las causas por las que un cambio que se produce en Granada y Sevilla el 15 de agosto no se traduce en norma legislativa hasta 14 días después, es posible, solo posible, que entre los militares golpistas hubiera diferencias sobre el tema. Pero esto es solo una hipótesis.

Vencieron. Es un hecho innegable, como también es innegable que, como anunciaba el Maestro Unamuno en diciembre de ese año, no convencieron.

Ya sé que estáis esperando mis palabras, porque me conocéis bien y sabéis que no soy capaz de permanecer en silencio ante lo que se está diciendo. Callar, a veces, significa asentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Había dicho que no quería hablar, porque me conozco. Pero se me ha tirado de la lengua y debo hacerlo. Se ha hablado aquí de una guerra internacional en defensa de la civilización cristiana. Yo mismo lo he hecho otras veces. Pero esta, la nuestra, es solo una guerra incivil. Nací arrullado por una guerra civil y sé lo que digo. Vencer es convencer, y hay que convencer sobre todo. Pero no puede convencer el odio que no deja lugar a la compasión, ese odio a la inteligencia, que es crítica y diferenciadora, inquisitiva …
"Venceréis pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha, razón y derecho. Me parece inútil pediros que penséis en España.

Venceréis, pero no convenceréis.

Venía esta reflexión a una pequeña victoria de los republicanos que se produjo en 1940, si, acabada ya esa guerra cruel, y en el escenario menos esperado.

Me explicaré, en 1940 se entrena en España “la Espía de Castilla”, película algo melosa pero de la que decía la crítica (copio del diario ABC del 13 de octubre de 1940, página 14:

“Los realizadores norteamericanos tienen un concepto demasiado pintoresco de nuestras cosas …
 “La Espía de Castilla tiene momentos afortunados que hacen olvidar otros defectos, disimulados por UNA MUSICA AGRADABLE Y PEGADIZA.”

Lo que es de agradecer al crítico, la República desapareció, los republicanos fueron machacados, pero … en los cines españoles Fernando VII era recibido a los sones del Himno de Riego, como decía el crítico “una música agradable y pegadiza”.

No os perdáis el minuto 2:09 de este corto. Nuestros padres viendo la película recordaron los aires de libertad de la niña bonita.