Empieza el Corpus.
Un recuerdo de los Corpus de antaño.
1959. Un Corpus especialmente lluvioso, eran esos Corpus que
duraban dos semanas, pues bien éste se prolongó una semana más para que los
feriantes pudieran hacer rentable su establecimiento.
Un Corpus lleno de inauguraciones, se instala una enorme pajarera junto a la Biblioteca del Salón, bonita pajarera a la que nos asomábamos los niños con ojos de admiración; los bomberos reciben un
magnífico camión con diez plazas para sus servicios, aunque sea solo un tuneado[1] de un
vehículo anterior, pero nos ilusionaba; el Ayuntamiento aprueba que los tranvías
de Gran Vía y Reyes Católicos sean sustituidos por autobuses, …
Un año en el que Granada recuerda en sus carocas, como
siempre, que está llena de baches y que las nuevas construcciones destruyen la
vega, aunque para muchos sea un sueño ya casi real tener una casa en propiedad.
Así que cuatro imágenes, pocos las podéis recordar, no habíais
nacido, yo era muy niño, pero todos podemos disfrutar recordando esa Granada.
Paz y santa Alegría,
Javier
[1] Evidentemente no me
refiero a tunear como “proceder como un tuno”, que entonces también había
Bárcenas e Iñakis, sino, como señala Manuel Seco en su Diccionario del Español
Actual (DEA), personalización de algo, especialmente cuando se trata de
automóviles
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