jueves, 19 de febrero de 2015

Callejón de el Niño del Rollo

El sábado mis amigos Isacio y Elia Pertiñez , grandes conocedores de Granada, dirigirán sus pasos hacia la Fundación Rodríguez Acosta en visita organizada por Secretos de Granada.

Una vez más no podré disfrutar de su compañía, pero si quería dejarles un breve apunte sobre el callejón por el que se accede al Carmen de la Fundación.

Hubo un tiempo en el que pasear por Granada era algo especial, los niños corrían por sus calles y los hombres y mujeres se sentaban bien en la puerta o en un improvisado merendero, los unos, los pequeños, y los otros, los mayores, con sus vidas daban vida a nuestras calles. Lorca, ese a quien como a Ganivet homenajean pero no leen nuestros políticos, dijo:

“Un granadino ciego de nacimiento y ausente muchos años de la ciudad sabría la estación del año por lo que siente cantar en las calles”[i]
Hoy, pobre de nuestro ciego, nuestros PoPulares munícipes, ayudados por la oposición solo interesada en Artefactos culturales, con un desmedido afán recaudatorio llevan a cabo la progresiva privatización de nuestras calles (basta con asomarse a las plazas de Bibarrambla, Pescadería, Mariana Pineda, Universidad, Trinidad, Gracia, …); de este modo, emulando al malvado Krank de La Ciudad de los Niños Perdidos[ii] han conseguido hacer desaparecer los niños, la imaginación, las canciones, … pero a diferencia de la genial creación de Jeunet, los detalles, el humor, la deliciosa música, la belleza, … están ausentes.

Así que solo nos quedan los niños de piedra y de uno de ellos quiero hablar. Seco de Lucena en su Guía Breve de Granada[iii] citaba tres calles dedicadas a niños: Niño del Rollo o Camino de la Sierra, Niños dormidos, entre el Callejón de los Franceses y la Plaza de Capuchinas, calle ya desaparecida, y Niños Luchando, entre Tendillas de Santa Paula y Aranda; hoy deberíamos añadir la placeta de Inmaculada niña allá por la colonia de la Divina Infantita, omitiendo la calle de Juan Niño dedicada a Juan Niño de Guevara, discípulo de Alonso Cano y autor de la bella estampa de la muerte de San Francisco Javier que se expone en la Catedral de Málaga.

A la primera de estas calles me voy a referir.

CALLEJÓN DE EL NIÑO DEL ROLLO





Durante la dominación árabe de Granada, los granadinos establecieron en el extremo meridional del cerro sobre el que se sitúa la Alhambra las llamadas Torres del Mauror o Bermejas, desde las mismas se dominaba la judería y la Antequeruela, así como los accesos a la Alhambra. Tras estas torres los granadinos crearon las mazmorras en las que sufrieron prisión muchos de los prisioneros castellanos y aragoneses capturados en continuas guerras civiles. Bermúdez de Pedraza, en su Historia Eclesiástica de Granada, nos recuerda que el sábado 3 de enero de 1492 cinco mil cautivos que se hallaron en las mazmorras de Granada fueron liberados, sus prisiones y cadenas aún están expuestas en el Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo.



Es posible que esa zona, marginal, fuera empleada tras la conquista de Granada con idéntico fin, presidio, lo cierto es que Vico recoge en su plataforma (1596) la denominación “Mazmorras” e incorpora un elemento más, esa pequeña torrecilla que veis en el círculo rojo. Pues bien, ese era el Rollo de Granada, para García López[iv] sería una obra de manufactura árabe, opinión que no es compartida por otros autores.

A García López debemos la imagen del Rollo de Granada.




Similar a los numerosos rollos que se conservan, aunque en este caso con materiales más modestos. Sirva como ejemplo la imagen del Rollo de Alcaudete que me facilita D. Telésforo Ulierte, ilustre hijo de esa Villa:



La finalidad de éstos era la exposición a modo de advertencia de los miembros mutilados de los cautivos castigados a la máxima pena, “cuartos” que se colgaban de los ganchos laterales.

Pronto fue en Granada sustituida esta ubicación por la Torre de los Quartos (su nombre indica la finalidad) al inicio de lo que durante un tiempo se denominó Camino de Alcaudete, que al ser más transitado cumplía mejor la función correctora. Aunque parece que la costumbre de arrojar los “quartos” por cualquier lado era muy frecuente, como prueba que en 1614  los hermanos y cofrades del Santísimo Sacramento y cofradía de la Misericordia se dedicaran a recoger de los caminos los citados quartos:

“Domingo de Lázaro de este dicho año los hermanos y cofrades del Santísimo Sacramento y cofradía de la misericordia, que se sirve en el hospital de Corpus Christi de la ciudad de Granada, dieron principio al piadoso entierro de los ajusticiados que hacen quartos y ponen por los caminos; que le hicieron con la mayor pompa y celebridad que se haya visto, con mucho y lucido acompañamiento de clerecía y cofradías y frailes de muchas religiones, a los cuales se les dió cera y limosna acostumbrada que se les da en los acompañamientos de los entierros. Pusieron las caxas de los ajusticiados, que fueron cinco, en el humilladero de San Sebastián desde a donde empeçó la procesión o entierro hasta el dicho hospital … Fue uno de los días más celebres que se han visto en Granada y quedó establecido para perpetua memoria con licencia que dio el señor arçobispo”[v].
Así que poco a poco dejó de ser útil y en 1620, según Antonio Gallego y Burín[vi], fue demolido; para Francisco Fernández Navarrete, en 1732, el Rollo aún existía como recoge en su obra “Cielo y Suelo Granadino”.



Claro que olvidaba lo más importante, ¿porqué niño del rollo?, así que os invito a mirar una bella obra de Velázquez, la Adoración de los Reyes Magos:



ahora, mirad al niño envuelto en sus pañales[vii]:



mirad al rollo:



un niño envuelto en pañales, el niño del "Rollo"; en lo alto del cerro, entonces despejado, se veía un niño en pañales.

Y acabo.

Paz y santa Alegría

Javier



PD. Según el Diccionario de la Real Academia Española

ROLLO es "Columna de piedra, ordinariamente rematada por una cruz, que antiguamente era insignia de jurisdicción y que en muchos casos servía de picota".

ROYO, "Hongo de tamaño muy pequeño"



[i] GARCIA LORCA, Federico. (1984). Como Canta una ciudad de Noviembre a Noviembre. En Conferencias II. Madrid: Alianza Editorial.
[ii] JEUNET, Jean-Pierre (dir). (1995). La ciudad de los niños perdidos (videograbación). Francia.
[iii] SECO DE LUCENA, Luis. (1923). Guía Breve de Granada. (3ª. Ed.). Granada: Tipografía comercial.
[iv] GARCÍA LOPEZ, R. (1877, 15 de Agosto). Monumentos Árabes de Granada. La Ilustración Española y Americana. Madrid.
[v] HENRIQUEZ DE JORQUERA, Francisco. Anales de Granada: Descripción del reino y ciudad de Granada. Crónica de la Reconquista. (1482-1492). Sucesos de los años 1588 á 1646. Granada: Paulino V. Traveset
[vi] GALLEGO BURÍN, Antonio. (1941). El Rollo de Granada. Separata de Cuadernos de Arte, fascs. 7 al 12. Granada: Publicaciones de la Facultad de Letras.
[vii] Se conocía como pañal a la sabanilla o pedazo de lienzo en que se envolvían los niños de teta. Usado en plural se tomaba por toda la envoltura.

1 comentario:

  1. Gracias por la información. Como granaino me complace muchisimo. Gracias de nuevo.

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