El sábado mis amigos Isacio y
Elia Pertiñez , grandes conocedores de Granada, dirigirán sus pasos hacia la Fundación
Rodríguez Acosta en visita organizada por Secretos de Granada.
Una vez más no podré disfrutar de
su compañía, pero si quería dejarles un breve apunte sobre el callejón por el
que se accede al Carmen de la Fundación.
Hubo un tiempo en el que pasear
por Granada era algo especial, los niños corrían por sus calles y los hombres y
mujeres se sentaban bien en la puerta o en un improvisado merendero, los unos,
los pequeños, y los otros, los mayores, con sus vidas daban vida a nuestras calles.
Lorca, ese a quien como a Ganivet homenajean pero no leen nuestros políticos,
dijo:
“Un granadino
ciego de nacimiento y ausente muchos años de la ciudad sabría la estación del
año por lo que siente cantar en las calles”[i]
Hoy, pobre de nuestro ciego, nuestros
PoPulares
munícipes, ayudados por la oposición solo interesada en Artefactos
culturales, con un desmedido afán recaudatorio llevan a cabo la progresiva
privatización de nuestras calles (basta con asomarse a las plazas de
Bibarrambla, Pescadería, Mariana Pineda, Universidad, Trinidad, Gracia, …); de
este modo, emulando al malvado Krank de La
Ciudad de los Niños Perdidos[ii]
han conseguido hacer desaparecer los niños, la imaginación, las canciones, …
pero a diferencia de la genial creación de Jeunet, los detalles, el humor, la
deliciosa música, la belleza, … están ausentes.
Así que solo nos quedan los niños
de piedra y de uno de ellos quiero hablar. Seco de Lucena en su Guía Breve de
Granada[iii]
citaba tres calles dedicadas a niños: Niño del Rollo o Camino de la Sierra,
Niños dormidos, entre el Callejón de los Franceses y la Plaza de Capuchinas,
calle ya desaparecida, y Niños Luchando, entre Tendillas de Santa Paula y
Aranda; hoy deberíamos añadir la placeta de Inmaculada niña allá por la colonia
de la Divina Infantita, omitiendo la calle de Juan Niño dedicada a Juan Niño de
Guevara, discípulo de Alonso Cano y autor de la bella estampa de la muerte de
San Francisco Javier que se expone en la Catedral de Málaga.
A la primera de estas calles me
voy a referir.
CALLEJÓN DE EL NIÑO DEL
ROLLO
Durante la dominación árabe de
Granada, los granadinos establecieron en el extremo meridional del cerro sobre
el que se sitúa la Alhambra las llamadas Torres del Mauror o Bermejas, desde
las mismas se dominaba la judería y la Antequeruela, así como los accesos a la
Alhambra. Tras estas torres los granadinos crearon las mazmorras en las que
sufrieron prisión muchos de los prisioneros castellanos y aragoneses capturados
en continuas guerras civiles. Bermúdez de Pedraza, en su Historia Eclesiástica
de Granada, nos recuerda que el sábado 3 de enero de 1492 cinco mil cautivos
que se hallaron en las mazmorras de Granada fueron liberados, sus prisiones y cadenas
aún están expuestas en el Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo.
Es posible que esa zona,
marginal, fuera empleada tras la conquista de Granada con idéntico fin,
presidio, lo cierto es que Vico recoge en su plataforma (1596) la denominación “Mazmorras”
e incorpora un elemento más, esa pequeña torrecilla que veis en el círculo
rojo. Pues bien, ese era el Rollo de Granada, para García López[iv]
sería una obra de manufactura árabe, opinión que no es compartida por otros
autores.
A García López debemos la imagen
del Rollo de Granada.
Similar a los numerosos rollos que se conservan, aunque en
este caso con materiales más modestos. Sirva como ejemplo la imagen del Rollo
de Alcaudete que me facilita D. Telésforo Ulierte, ilustre hijo de esa Villa:
La finalidad de éstos era la exposición a modo de
advertencia de los miembros mutilados de los cautivos castigados a la máxima
pena, “cuartos” que se colgaban de los ganchos laterales.
Pronto fue en Granada sustituida esta ubicación por la Torre
de los Quartos (su nombre indica la finalidad) al inicio de lo que durante un
tiempo se denominó Camino de Alcaudete, que al ser más transitado cumplía mejor
la función correctora. Aunque parece que la costumbre de arrojar los “quartos”
por cualquier lado era muy frecuente, como prueba que en 1614 los hermanos y cofrades del Santísimo
Sacramento y cofradía de la Misericordia se dedicaran a recoger de los caminos
los citados quartos:
“Domingo de Lázaro de este dicho año
los hermanos y cofrades del Santísimo Sacramento y cofradía de la misericordia,
que se sirve en el hospital de Corpus Christi de la ciudad de Granada, dieron
principio al piadoso entierro de los ajusticiados que hacen quartos y ponen por
los caminos; que le hicieron con la mayor pompa y celebridad que se haya visto,
con mucho y lucido acompañamiento de clerecía y cofradías y frailes de muchas
religiones, a los cuales se les dió cera y limosna acostumbrada que se les da
en los acompañamientos de los entierros. Pusieron las caxas de los
ajusticiados, que fueron cinco, en el humilladero de San Sebastián desde a
donde empeçó la procesión o entierro hasta el dicho hospital … Fue uno de los
días más celebres que se han visto en Granada y quedó establecido para perpetua
memoria con licencia que dio el señor arçobispo”[v].
Así que poco a poco dejó de ser útil y en 1620, según
Antonio Gallego y Burín[vi],
fue demolido; para Francisco Fernández Navarrete, en 1732, el Rollo aún existía
como recoge en su obra “Cielo y Suelo Granadino”.
Claro que olvidaba lo más
importante, ¿porqué niño del rollo?, así que os invito a mirar una bella obra
de Velázquez, la Adoración de los Reyes Magos:
ahora, mirad al niño envuelto en
sus pañales[vii]:
mirad al rollo:
un niño envuelto en pañales, el
niño del "Rollo"; en lo alto del cerro, entonces despejado, se veía un niño en
pañales.
Y acabo.
Paz y santa Alegría
Javier
PD. Según el Diccionario de la
Real Academia Española
ROLLO es "Columna de piedra,
ordinariamente rematada por una cruz, que antiguamente era insignia de
jurisdicción y que en muchos casos servía de picota".
ROYO, "Hongo de tamaño muy
pequeño"
[i] GARCIA
LORCA, Federico. (1984). Como Canta una ciudad de Noviembre a Noviembre. En Conferencias II. Madrid: Alianza
Editorial.
[ii] JEUNET,
Jean-Pierre (dir). (1995). La ciudad de
los niños perdidos (videograbación). Francia.
[iii] SECO
DE LUCENA, Luis. (1923). Guía Breve de
Granada. (3ª. Ed.). Granada: Tipografía comercial.
[iv] GARCÍA
LOPEZ, R. (1877, 15 de Agosto). Monumentos Árabes de Granada. La Ilustración Española y Americana.
Madrid.
[v]
HENRIQUEZ DE JORQUERA, Francisco. Anales
de Granada: Descripción del reino y ciudad de Granada. Crónica de la
Reconquista. (1482-1492). Sucesos de los años 1588 á 1646. Granada: Paulino
V. Traveset
[vi] GALLEGO
BURÍN, Antonio. (1941). El Rollo de Granada. Separata de Cuadernos de Arte, fascs. 7 al 12. Granada: Publicaciones de la
Facultad de Letras.
[vii] Se
conocía como pañal a la sabanilla o pedazo de lienzo en que se envolvían los
niños de teta. Usado en plural se tomaba por toda la envoltura.
Gracias por la información. Como granaino me complace muchisimo. Gracias de nuevo.
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