En estos días ha circulado con frecuencia la imagen que reproduzco, una vendedora de zambombas en la Acera del Darro de nuestra ciudad.
La mayoría de los comentaristas se han parado en las zambombas que aparecen en esa bella imagen, aunque alguno ha querido ver algo más: pequeño globos ensartados en pequeñas cañas o juncos de ribera destinados al recreo de los más pequeños; cañas de azúcar, olvidando que la zafra se hacía en el segundo trimestre del año, y hasta vendedores de cerillas u mecheros.
Trataré de aportar mi modesta opinión que creo más cercana a la realidad.
En alguna ocasión comenté la presencia de chicharras de mano en estas fiestas navideñas, en esa foto no se ve ninguna, pero si se ven distintas pistas que me inclinan a pensar que esos pequeños globos, o grandes, que también aparecen en el documento fotográfico, no son más que otro modelo de chicharra; la RAE en ese tesoro que pone en manos de todos los hablantes del español nos dice que una Chicharra es:
2. f. Juguete que usan los niños por Navidad, y consiste generalmente en un canuto corto, tapado por uno de sus extremos con un pergamino estirado, en cuyo centro se coloca una cerda o una hebra de seda encerada. Pasando por ellas los dedos, hace un ruido tan desapacible como el canto de la cigarra.
Lo que conocemos como chicharra con una guita o cuerda.
Y
5. f. And. Juguete infantil que consiste en una vejiga inflada sujeta a un palo, sobre la cual se atiranta una cuerda que se hace sonar con un arco a modo de violín.
Que son los globos que nos ocupan.
Copio de la obra de Ramón Rodríguez “El Corazón de la Besana”, Granada 2013:
Chicharra: cordófono de arco de afinación fija construido a partir de un palo tensado con una tripa de cerdo y amplificado por tres vejigas infladas que penden de lo alto.
Las chicharras podrían hacerse bien con tres vejigas como señala Ramón Rodríguez o como señalan otros con una sola vejiga para un uso más doméstico lo que evitaba imperase su ruido en casa, en el grabado de “Los niños en Noche-Buena” podemos ver a la izquierda, las dos chicharras, el niño de la izquierda sostiene el canuto con una mano y tira del cordel con la mano derecha –chicharra de cordel-, su compañero sostiene la chicharra de arco con una vejiga –chicharra con caña-.
Estas chicharras formaron parte durante muchos años de nuestras tradiciones, repasando referencias debo citar a Santiago Rusiñol, el genial pintor, que pintó Granada con pinceles y palabras (http://www.granadahoy.com/…/Rusinol-pinto-Granada-pinceles-…) en los artículos que bajo el título de “Crónicas de Andalucía”, decía: “… pero antes queríamos ver las fiestas de Navidad y sobre todo la Fiesta de la rendición de Granada, conmemorada aquí … de panderetas, las zambombas resonaban por las valles, las chicharras gruñían por todas partes, y la triste Granada, la melancólica ciudad cristianizada, se embriagaba de alegría, cantaba en ayes flamencos y lanzaba notas del agudo más subido.” (La Vanguardia, 23 de enero de 1896, páginas 4 y 5).
A Antonio J. Afán de Ribera, quien en 1901 nos recordaba que “La tradicional chicharra esa parodia de los rabeles pastoriles de los primitivos tiempos, que con sus discordantes sones hace más llevaderos los de la clásica zambomba en las canciones de Noche buena, ha aparecido este año con una novedad inverosímil” y nos informaba se incorporaba el color rojo a las vejigas o botijas, anticipándose 30 años al invento yanqui del color rojo en Navidad (se atribuye al dibujante Sundblom la incorporación de ese color en la decoración navideña con sus ilustraciones para Coca-Cola de Papa Noel en 1931)
También a José Surroca y Grau en su obra “Granada y sus costumbres” –Granada, 1912-, quien nos informa que las fiestas navideñas se celebraban en Granada con “extraordinario regocijo, por las calles o en familia, que ante los Nacimientos, cantan coplas al niño Jesús, acompañadas de panderetas, zambombas, chicharras, tambores y rabeles.”
Y, como no, a nuestro García Lorca, quien en su conferencia “Como canta una ciudad de Noviembre a Noviembre”, decía: “Pero avanza diciembre, el cielo se queda limpio, llegan las manadas de pavos y un son de panderetas, chicharras y zambombas se apodera de la ciudad. Por las noches dentro de las casas cerradas se sigue oyendo el mismo ritmo, que sale por las ventanas y las chimeneas como nacido directamente de la tierra."
Estas chicharras permanecieron mucho tiempo con nosotros, debo recordar que en 1949, el 25 de diciembre, en la primera plana de IDEAL el genial Zirto, uno de los mejores periodistas que han retratado Granada (Zirto, Cándido García Ortiz de Villajos, toledano de nacimiento y granadino por convicción, redactor jefe de IDEAL durante muchos años y Jefe de Administración de la Hacienda Pública en Granada, publicó durante decenas unas siluetas de Granada), nos recordaba que ya están a la venta las chicharras.
Y poco más, vuelvo a la foto, los arcos, unos de varilla de membrillo, otros de mimbre, reposan al pie de nuestra vendedora; a ella se aproxima una ¿cliente? ¿proveedora? ¿compañera? con unas cañas gruesas y largas, que posiblemente solo pretende hacer una chicharra más grande como corresponde a las gruesas vejigas que hay en el suelo, los “señoricos” del Casino quizás sean los usuarios de esas chicharras, chicharras que, como señala, Afán de Ribera, “al terminar la huelga, es de ordenanza pisotearla para que cruja, parecerá que va a brotar un charquillo de sangre en vez del blanquecino y arrugado pellejo, sin variación en tantos siglos”.
La imagen del vendedor de Chicharras procede del Museo de Música Tradicional de Gaena.
https://www.cabraenelrecuerdo.com/gaena-ampliadas.php
Un abrazo para todos, el primero de este año, aventuras excepcionales están abriendo sus puertas para nosotros. Conocer Granada. Amar Granada. Vivir Granada.